Chapter 27. Una carta bien jugada

Hueco Mundo:

Llevaban horas caminando por aquel desierto de arena blanca, bajo aquel cielo negro, aunque sorprendentemente se veía bien, gracias a aquella enorme luna llena.  Pero cada paso pesaba más...
Rukia caminaba sola detrás de todos... pensativa...  Ichigo se percató e hizo más lento su caminar hasta quedar a su altura... Trató de entablar conversación, pero la shinigami trataba por todos los medios de ignorarle... Estaba dolida, muy dolida. No entendía como podía haber sido tan estúpida como para enamorarse de aquel joven... Se sentía utilizada y deshechada, como un un pañuelo de papel que se tira a la basura tras sonarse los mocos. Solo tenía ganas de encontrar a Orihime, resolver todo el lío que había formado Aizen y volver al Seireitei.

- Parece que hemos llegado -  dijo Renji sacándola de su mundo

Ante ellos había una imponente fortaleza de color blanco, parecía desierta, aunque no se veía ninguna puerta. Treparon hasta las almenas y desde ahí observaron lo que sucedía en el enorme patio. Había un montón de hollows colocados en fila, como un ejército. Unas figuras de apariencia humana los comandaban, portaban unas grandes espadas similares a zampakutos, solo que totalmente negras.

- No debemos llamar su atención, son demasiados - susurró Ishida
- Lo mejor sería separarnos, hay dos torres, me imagino que la tendrán en una de ellas - sugirió Rukia

Ichigo y Renji fueron a la torre de la izquierda, pero estaba vacía. Rukia, Sado e Ishida fueron a la de la derecha, donde encontraron a Orihime, afortunadamente, sana y salva. 

Por suerte para ellos, lograron volver a Karakura sin un solo enfrentamiento ^_^

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Todo estaba previsto para la lucha con Aizen. Orihime había podido escuchar varias conversaciones y todo indicaba que lo que buscaba el malvado líder del Hueco Mundo, se encontraba allí.
Los trece escuadrones junto a Ichigo y sus amigos estaban preparados. Orihime se había encargado de las heridas de Chantarelle, por lo que ella también estaría allí, como siempre en primera línea. Ya tenía ganas de usar su bankai, y en cierto modo, a más de un shinigami le gustaría que eso ocurriese, pues les causaba mucha curiosidad.